Agentes turísticos confirman que Cataluña empieza a notar una caída notable en el volumen de visitantes

No es sólo que algunas compañías aéreas hayan pedido a sus clientes que no viajen a Barcelona, es que las imágenes mundialmente distribuidas por televisión de los recientes incidentes desaconsejan el viaje y ante eso, nadie más tímido que un turista. Los datos son en estos momentos muy preocupantes.

La huída del turismo que no lograron los atentados yihadistas del pasado 17 de agosto, podría estar a punto de producirse en Cataluña. Será difícil que la región salga indemne en lo que a cuotas turísticas se refiere de la situación generada en torno la posible declaración unilateral de independencia del gobierno de Carles Puigdemont.

Las cancelaciones de reservas se están sucediendo en la que, al menos hasta el momento, es una de las comunidades autónomas preferidas por los turistas extranjeros que vienen a España. El referéndum del pasado domingo desató casi de forma automática la mayoría de ellas.

Pase lo que pase, Cataluña ya ha perdido los ingresos de las empresas huidas de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, impuesto que el año pasado aportó a la Generalitat 1.474 millones. Es difícil cuantificar el impacto de esta pérdida.

Lo que no se sabe aún con certeza es cómo puede afectar el conflicto catalán a la Costa del Sol, es decir, si el litoral malagueño puede beneficiarse o no de un supuesto desvío de turistas por un hipotético escenario de inseguridad.

El puente del 12 de octubre (del próximo jueves al domingo) dejará previsiblemente una ocupación hotelera del 82% en la provincia de Málaga, dato levemente superior al del año pasado.

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