Pablo Iglesias el vicepresidente de España avisa: si continúa la crispación, los próximos escraches pueden ser contra Ayuso o Abascal

El vicepresidente ha afirmado que es «legítimo» que los políticos sean objeto de protestas, pero se ha mostrado preocupado de que se generalicen las concentraciones frente a sus casas: «Esto se sabe dónde empieza pero no dónde acaba».

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, ha expresado este martes su preocupación por las manifestaciones que se han producido frente a la casa del ministro de Transportes, José Luis Ábalos, así como de la suya propia. El también secretario general ha manifestado que, si la crispación continúa, «se sabe dónde empieza pero no dónde acaba»: «Mañana será gente de izquierdas manifestándose enfrente del apartamento de Ayuso, de la casa de los Espinosa de los Monteros o de la casa de Abascal».

No obstante, estas declaraciones de Pablo Iglesias contrastan con las que hizo en sus inicios, cuando defendió los escraches. Ante eso, el vicepresidente ha declarado que «nunca» ha defendido que los manifestantes «vayan a la casa de nadie»: «Otra cosa es que cuando uno tiene un cargo público tiene que asumir que la gente pueda protestar, o que te puedan decir algo por la calle o que vayan a la sede de tu Ministerio o de tu partido o al lugar donde trabajas».

Por otra parte Vox ha anunciado este martes la convocatoria de caceroladas contra el Gobierno y el próximo sábado desde los balcones de aquellas ciudades donde no permitan las manifestaciones en coche convocadas por el partido en el centro de todas las capitales de provincia.

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