Despistados, perdidos o simplemente poco atentos. A veces la confusión es el peor de los enemigos del turista foráneo que recala en cualquier ciudad de España.

Nada más pisar el aeropuerto muchos se sientes confundidos, pero será después cuando recorran los núcleos más poblados como Madrid, Barcelona, Valencia o Málaga donde pueden perder algún documento, dejar olvidado su pasaporte, sufrir algún tirón o el robo de algún carterista en el metro.

Fundamentalmente esta opción esta dirigida a los turistas extranjeros que han sido victimas de algún delito.

Pero sabes quien fué el genuino inventor de este servicio?
¿cuándo comenzó a funcionar un servicio como éste?

Para responder a esta pregunta hay que remontarse a principios de los años 70. De hecho, hay que remontarse a una persona el malagueño Francisco Torres, quien también es propietario de la patente del nombre
de SATE: Servicios de Atención al Turista Extranjero.

Francisco Torres, tras haber viajado a Alemania a trabajar en el sector hotelero y haber recorrido también gran parte de Europa, volvió a España a cumplir con el Servicio Militar Obligatorio.

Tras su periplo por el continente, comunicarse en otros idiomas era algo que no le costaba, con lo que, acabada la mili, volvió a trabajar en algunas recepciones de hoteles de Torremolinos hasta que salió plaza en la policía y comenzó a trabajar en una comisaría.

Era la época dorada en esta zona de costa, en la que venían cada vez más extranjeros dispuestos a pasar sus vacaciones en las cálidas aguas mediterráneas y Francisco vio cómo mejorar la atención que podrían necesitar creando la figura del policía turístico.

Desde el mismo epicentro turístico, Torremolinos, cuando comenzaba a
patrullar las playas o incluso el aeropuerto, trataba de ayudar, con los
idiomas que él dominaba gracias a su experiencia europea y a los
estudios en la Escuela de Idiomas de Málaga. Y fue aquí, en Málaga, en
1973, cuando decidió proponer la idea de crear el SATE.

Francisco Torres nos relata qué cuando paseában por las calles
con sus uniformes y con una bandera que también se refería al
idioma que hablában, muchos extranjeros se acercaban para
preguntar por sus servicio. Desde luego, tuvo una aceptación
increíble. Los turistas se mostraban encantados al sentirse también
protegidos por las fuerzas de seguridad durante sus viajes.

Y gracias a la buena acogida que tuvo entre los turistas, poco a poco, este servicio, fue haciéndose casi indispensable y cada vez más grande con agentes de Policía Local, Guardia Civil y Policía Nacional con nociones de habla extranjera.

En realidad a día de hoy pocas son las grandes ciudades que hoy en día no cuentan ya con este servicio para proteger a los visitantes que llegan desde otros países. Y todo gracias a la iniciativa de este malagueño que vio cómo, en la transición, la apertura y la colaboración era la vía para de verdad hacer bien su trabajo.

¿Cuáles son las principales funciones del servicio SATE?

Tal como aparece en la página web de la Guardia Civil, “Diferentes Ayuntamientos a través de los correspondientes convenios, han implantado el  Servicio de Atención al Turista Extranjero (SATE), para ofrecerles una asistencia personalizada, tras ser víctima de cualquier infracción penal, a través de un equipo de expertos policiales e informadores intérpretes en su
propio idioma. ”Todas ellas están dotadas de traducción simultánea en diferentes idiomas para facilitar la elaboración de la denuncia o los diferentes trámites que sea necesario realizar.

Eso significa que cualquier turista que llegue hasta alguna ciudad española puede sentirse protegido y atendido en su propio idioma. Y todo gracias a la iniciativa que tuvo en los años 70 el malagueño Francisco Torres.

Ciudades como Alicante, Granada, Islas Baleares,
Málaga, Madrid o Barcelona son solo algunos de los destinos que más
turismo reciben cada año y que cuentan con este servicio que responde a
una necesidad muy concreta: garantizar la asistencia a los turistas.

Francisco nos cuenta qué siempre le llamó la atención el trabajo de la policía en el extranjero. Su propia experiencia tras vivir en países como Alemania o Finlandia y después de recorrer en su juventud media Europa hizo que viera necesario la creación del Servicio de Atención al Turista Extranjero, SATE, cuya patente y puesta en marcha es suya. Ahora ya pasados los años y según nos cuenta siente tristeza ya qué en su opinión no se le ha reconocido la labor de manera oficial, está encantado de poder decir: Yo lo creé y puse en marcha” finaliza Francisco.