Entre ellas caben destacar la de la Orquesta de Cámara Siemens de la Escuela Superior de Música Reina Sofía, dirigida por Jesús López Cobos; la Compañía Nacional de Danza, Compañía de Danza de Antonio Gades, la Academy of St. Martin in the Fields, o La Orquesta Filarmónica de Málaga, que tributará un homenaje a Visconti.
Abril
Conservatorio María Cristina de la Fundación Unicaja
Día 27 20.30 h.
Academy of St. Martin in the Field
Joshua Bell: director y solista
Mayo
Conservatorio María Cristina de la Fundación Unicaja
Día 7 20.30 h.
Richard Goode recital de piano
Teatro Cervantes
Día 9 21.00 h.
Compañía Antonio Gades
Carmen
Conservatorio María Cristina de la Fundación Unicaja
Día 22 20.30 h.
Il Suonare Parlanti
Vittorio Ghielmi: director
Junio
Conservatorio María Cristina de la Fundación Unicaja
Día 7 20.30 h.
La Petite Bande
Sigiswald Kuijken: director
Teatro Cervantes
Día 21 21.00 h.
Orquesta de Cámara Siemens de la Escuela Superior de Música Reina Sofía
Jesús López Cobos: director
Concierto Cátedra Sony
Teatro Cervantes
Día 23 21.00 h. Día 24 20.30 h.
Compañía Nacional de Danza
Nacho Duato: director artístico
Wings of wax – Arcangelo- White darkness
Teatro Cervantes
Día 30 21.00 h.
Orquesta Filarmónica de Málaga
Aldo Ceccato: director. Homenaje a Luchino Visconti
Senso – Muerte en Venecia – El Gatopardo
Abril
Conservatorio María Cristina de la Fundación Unicaja
Día 27 20.30 h.
Academy of St. Martin in the Fields
Joshua Bell director y solista
PROGRAMA
I
L.v. Beethoven Obertura “Coriolano”, Op. 62
(1770-1827)
L.v. Beethoven Concierto para violín y orquesta, Op. 61
Allegro ma non troppo – Larguetto – Rondo. Allegro
II
L.v. Beethoven Sinfonía nº 7 en La Mayor, Op. 92
Poco sostenuto. Vivace – Allegretto – Presto – Allegro
ACADEMY OF ST. MARTIN IN THE FIELDS
Fue fundada en 1958 como un pequeño conjunto de cámara sin director, y con sede en la elegante iglesia porticada del siglo XVIII, al este de Trafalgar Square. Liderada por Sir Neville Marriner e integrada por algunos de los mejores músicos de Londres, se concentró en sus inicios en el repertorio barroco, desarrollando un estilo interpretativo que impulsó el renacer del Barroco de los años 60 y preparó el terreno a los numerosos conjuntos de instrumentos originales de la actualidad. Tomó su nombre de las sociedades de conciertos que florecieron en el Londres del siglo XVIII, especialmente la Academy of Ancient Music, que se reunía semanalmente en la Crown & Anchor Tavern on the Strand, y la Royal Academy of Music, para la que Händel compuso muchas de sus mejores obras. Ofreció su primer concierto profesional en St. Martin in the Fields el 13 de noviembre de 1959.
Sólo dos años más tarde, firmaba su primer contrato discográfico, con el sello independiente L’Oiseau Lyre. Este fue el comienzo de una brillante carrera discográfica, con más de 500 producciones, lo que hace de la ASMF la orquesta de cámara con más grabaciones en el mundo. Gracias a su inmenso repertorio discográfico y amplia difusión radiofónica, su nombre es familiar a los públicos de todo el mundo.
Desde hace más de treinta años con sede permanente en la propia iglesia St. Martin in the Fields, en la actualidad actúa más frecuentemente en el Barbican Center, donde cada año es Orquesta Residente del Festival Mostly Mozart, y en el Wigmore Hall.
Realiza una intensa actividad de giras artísticas. Su primera actuación en Europa fue en el Flanders Festival de 1967. Le siguieron giras por Francia, Holanda y Alemania. La especial relación que le une con el público alemán le ha llevado a actuar en este país al menos una vez al año, desde 1973. Durante una gira por Alemania, en 1975, se formó el Academy Chorus, bajo la dirección de Laszlo Heltay, interpretando la Misa en Si menor de Bach. Tras su regreso a Inglaterra, la Orquesta y el Coro realizaron una de sus más elogiadas grabaciones, el Mesías de Händel.
Hoy en día, la ASMF llena los auditorios de todas las ciudades que visita. En 1997, fue elegida para tocar en la ceremonia oficial de traspaso de gobierno de Hong Kong y, más recientemente, inauguró la primera serie de conciertos de abono en la nueva sala Walt Disney Hall de Los Angeles.
Paralelamente al aumento de sus compromisos artísticos, se amplió el repertorio y el tamaño de la Orquesta, y Sir Neville pasó de dirigir desde su puesto en la orquesta a hacerlo desde el podio. La ASMF ha podido explorar un nuevo repertorio sinfónico, no previsto en sus inicios, sin perjuicio de mantenerse fiel a sus orígenes de sólida orquesta de cámara.En la actualidad, reparte su tiempo en diversas actividades: giras internacionales, labor educacional y de difusión, grabaciones y conciertos en el Reino Unido.
A diferencia de la mayoría de las principales orquestas inglesas, la ASMF no recibe un subsidio gubernamental directo. Su integridad artística y su iniciativa comercial son las únicas bases de su continuado éxito.
JOSHUA BELL, violinista/director
Ganador de un premio Grammy, fue elegido “Artista Clásico del Año 2004” por Billboard Magazine y está presente en el Hollywood Hall of Fame. En el terreno discográfico, en 2005 se edita, por Sony Classical, la grabación en directo del Concierto para violín de Chaikovski, con Michael Tilson Thomas al frente de la Filarmónica de Berlín; y su anterior CD, Romance of the Violin, continúa su éxito.
Durante más de dos décadas, ha sido elogiado por el público y la crítica de todo el mundo, por su virtuosismo y poética musicalidad. A los catorce años, realizó su muy aclamado debut orquestal, con Ricardo Muti y la Philadelphia Orchestra. Le siguieron su presentación en el Carnegie Hall, la obtención de la prestigiosa beca Avery Fisher Career Grant y contratos discográficos, confirmando su reputación en el mundo musical.
Ha colaborado con las principales orquestas y directores y llevado a cabo treinta grabaciones. Sus inquietudes y multifacéticos intereses musicales han enriquecido su carrera de un modo especial, llegando a ser una “superestrella” de la música clásica.
En 1996, comenzó a grabar para el sello Sony Classical-A Masterworks. Sus trabajos más recientes incluyen la banda sonora de la película Ladies in Lavender y los conciertos para violín de Mendelssohn y Beethoven, con sus propias y originales cadenzas. Sus grabaciones de West Side Store y el Concierto para violín de Nicholas Maw, recibieron sendos premios Grammy, y los conciertos de Sibelius y Goldmark, el Echo Klassik Award. Es muy conocido por su trabajo en El violín rojo, ganador de un Oscar a la mejor banda sonora original.
Joshua Bell toca un violín Stradivarius “Gibson ex Huberman”, de 1713.
Mayo
Conservatorio María Cristina de la Fundación Unicaja
Día 7 20.30 h.
Richard Goode recital de piano
PROGRAMA
I
F.J. Haydn Sonata en Re mayor (Hob. XVI: 24)
(1732-1809) Allegro con brio – Largo e sostenuto – Finale. Presto ma non troppo
G. Fauré Nocturno nº 6 en Re bemol mayor, Op. 27
(1845 – 1924)
R. Schumann Sonata en sol menor, Op. 22
(1810-1856) So rasch wie möglich
Andantino: Getragen
Scherzo: Sehr rasch und markiert
Rondo: Presto
II
C. Debussy Preludios, libro nº 2
(1862-1918) I Brouillards
II Feuilles mortes
III La puerta del Vino
IV Les fées sont d`exquises danseuses
V Bruyéres
VI General Lavine-eccentric
VII La terrase des audiences du clair de lune
VII Ondine
IX Hommage à S.Pickwick Esq. P.P.M.P.C.
X Canope
XI Les tierces alternées
XII Feux dàrtifice
RICHARD GOODE
Elogiado por su calidad artística y una interpretación expresiva, profunda y cargada de emoción, está considerado como uno de los principales intérpretes de Beethoven de nuestros días.
Estudió con Nadia Reisenberg en el Mannes College of Music y con Rudolf Serkin en el Curtis Institute. Los numerosos galardones que le han sido concedidos a lo largo de los años, incluyen el Young Concert Artists Award, el primer premio del Concurso Clara Haskil, el Avery Fisher Prize y un premio Grammy (con el clarinetista Richard Stolzman).
Ha colaborado con todas las principales orquestas de Estados Unidos (Nueva York, Filadelfia, Boston, Chicago, Los Ángeles, San Francisco y Cleveland) y, en Europa, con la Orchestre de Paris, Tonhalle
Orchester de Zurich, Berlin Radio Symphony, Wiener Symphoniker, Finnish Radio Symphony, Deutsches Sinfonieorchester Berlin, Stuttgart Radio Orchestra, Hallé Orchestra, Gothenberg Symphony, Orchestre National de Toulouse y Budapest Festival Orchestra. Es un invitado habitual del Festival de Edimburgo y de los BBC Proms. Ha ofrecido recitales en las más importantes salas musicales de Europa y Estados Unidos.
En su temporada 2004/2005, tocó con la Boston Symphony Orchestra y Zinman, y Netherlands Radio Philharmonic y Edo de Waart, entre otros. En la temporada 2005/6 interpretó el ciclo completo de los conciertos de Beethoven, con la Budapest Festival Orchestra y Fischer, y completó su grabación del integral de los Conciertos de Beethoven para el sello Nonesuch. Actúa junto a la Tohnalle Orchester/Zinman y la Boston Symphony/Haitink y da numerosos recitales de obras de Bach y Schubert en Londres, Leipzig, Madrid, Valencia, Varsovia, Rótterdam, Copenhague, Bologna, Génova, Perugia, Lisboa, Manchester y Reading y en el Ruhr Klavierfest.
Goode tiene actuaciones en el Carnegie Hall durante toda la temporada 2005/6 titulada “Perspectivas” que incluyen recitales en solitario y de cámara, recitales de Lied y conciertos con artistas de la talla de Dawn Upshaw, Lorraine Hunt-Lieberson, el Brentano Quartet, Orpheus Chamber Orchestra y con Ivan Fischer y la Budapest Festival Orchestra.
Artista exclusivo del sello Nonesuch, ha realizado más de dos docenas de grabaciones a lo largo de su carrera, desde recitales en solitario y música de cámara hasta conciertos y Lieder. En 1993, se editó el ciclo completo de las Sonatas de Beethoven, elegido para integrar la lista “Gramophone Good CD Guide” de 1995. Otros destacados trabajos discográficos incluyen una grabación en colaboración con Dawn Upshaw y una serie de los Conciertos para piano de Mozart, con la Orpheus Chamber Orchestra. Su segundo álbum de las Partitas de Bach, fue elegido Disco del Mes por la revista Grammophone, en julio de 2003, con el siguiente comentario: “Es realmente un disco sublime”. Su más reciente grabación de Sonatas de Mozart, ha sido nuevamente recibido con enorme aclamación.
Richard Goode es, junto con Mitsuko Uchida, Director Artístico del Marlboro Music School and Festival de Vermont (Estados Unidos).
Teatro Cervantes
Día 9 21.00 h.
Compañía Antonio Gades
Carmen
argumento, coreografía, iluminación
Antonio Gades y Carlos Saura
escenografía
Antonio Saura
ballet inspirado en la obra de Prosper Mérimée
estrenado en el Théâtre de París, el 17 de mayo de 1983
música
Gades, Solera, Freire, Bizet, Penella, Ortega Heredia y García Lorca
música grabada
Orchestra della Suisse Romande dirigida por Thomas Schippers
con Regina Resnik, Mario del Monaco y Tom Krause
producción
Tarimú Producciones Artísticas, S.L.
solistas
Stella Arauzo, Adrián Galia, Antonio Hidalgo y Joaquín Mulero
cuerpo de baile
Cristina Carnero, Maite Chico, Lola Guzmán, Marita Martínez-Rey, Raquel Durán, Carolina Pozuelo, Cristina Villaplana, Yolanda Rodríguez y María Dolores Sabariego
Miguel Lara, Elías Morales, Antonio Ortega, Jairo Rodríguez y Antonio Mulero
músicos
cantaores Juañares, Manuel Chacón, Enrique Pantoja y Celia Flores
guitarristas Antonio Solera, Jesús Heredia y Diego Franco
presidente de la Fundación María Esteve
directora artística Stella Arauzo
director técnico Dominique You
repetidor y regidor Antonio García Onieva
sonido Juan Miguel Cobos
técnico de luces Roger Goffinet
vestuario y utilería Antonio Quintana
Conservatorio María Cristina de la Fundación Unicaja
Día 22 20.30 h.
Il Suonar Parlante
Vittorio Ghielmi director
Graciela Gibelli soprano
Herbert Walser trompeta
Doron Sherwin corno
Lorenzo Ghirlanda trombón
Vittorio Ghielmi viola da gamba
Rodney Prada viola da gamba
Fahmi Alqhai viola da gamba
Cristiano Contadin violón
PROGRAMA
Full of Colour
Prime Stravaganze Giovanni de Macque (s. XVI)
Capriccetto Giovanni de Macque
Little dew, Little light Vittorio Ghielmi (2002 )
Fantasia 4, 14/6/1680 Henry Purcell
A new ground Simon Eccles (in Playford’s divisions collection) (1676)
Fantasia 10, 19/6/1680 Henry Purcell
The duke of Norfolk’s ground (in Playford’s divisions collection) (1623-1687)
Exachord fancy Alfonso Ferrabosco I
La Gelosia, cantata Luigi Rossi
Toccata Giovan Maria Trabaci (1575-1647)
Bagpipe Manchester lyraviol book, arr. Vittorio Ghielmi
Upon La Mi Re Anonimo. Inglés (s. XVI)
Piece for 4 viols and voice Kenny Wheeler (dedicado a Il Suonar Parlante, 2000)
That night Vittorio Ghielmi
Consecutive seconds Thelonius Monk
Herbie’s speech Herbert Walser
Jupiter Antoine Forqueray (1671-1745), arr. Vittorio Ghielmi
A flower is an lovesome thing Strayhorn – Kenny Weehler (1998)
SUONAR PARLANTE
Il Suonar Parlante; esta expresión, inventada por Nicolò Paganini se refiere a una técnica especial de emisión del sonido con la que los instrumentos musicales pueden imitar la voz humana. Esta técnica ha sobrevivido en algunas zonas marginales de Europa y otros lugares, y es esencial para una nueva interpretación de nuestro antiguo patrimonio musical.
Desde hace algunos años, la colaboración entre varios músicos, liderados por Vittorio Ghielmi, está ofreciendo un renacimiento de este tipo de sonido a través de producciones artísticas, seminarios, congresos y recopilaciones de documentos (International Academy of Ancient Music de Milán; Musikhochschule Weimar; Conservatorio Superiore della Svizzera Italiana, Conservatoire Superiore de Musique, Génève, etc.).
El conjunto de violas de gamba Il Suonar Parlante es el centro de esta nueva producción artística. Vittorio Ghielmi, con su trabajo como solista, ha ofrecido una nueva imagen del sonido de su instrumento, siendo reconocido como uno de los más excepcionales gambistas y siendo invitado a ofrecer recitales por todo el mundo, también acompañado por orquestas (interpretó los conciertos para viola da gamba sola de J.G.Graun con Los Angeles Philharmonic Orchestra en el Hollywood Bowl Hall en 2005; ha actuado con la London Philharmonia o la Wiener Philharmoniker; así como con orquestas barrocas como Il Giardino Armonico, la Freiburger Baroque Orchestra, etc.).
Con el virtuoso gambista italiano Cristiano Contadin, el Costarican Rodney Prada, y posteriormente con el sirio Fahmi Alqhai, el grupo ha encontrado su forma perfecta. Muchos otros colaboradores se han unido al grupo, como el organista Lorenzo Ghielmi, el trombonista Lorenzo Ghirlanda, etc.
Tras grabar dos discos bajo el nombre Quartetto Italiano di viole da gamba, uno dedicado a los preludios de los corales de Bach con el Tölzer Knabenchor (Winter&winter, 2000), y un segundo en colaboración con el pianista Americano de jazz Uri Caine (Goldberg Variation), el conjunto cambió y creció en número, y con el nuevo nombre Il Suonar Parlante es invitado a tocar en importantes festivales de música clásica, así como con intérpretes de jazz como Uri Caine, Kenny Wheeler, Don Byron, Markus Stockhausen, Ernst Rejiseger, etc., quienes escriben nuevas composiciones para el grupo de violas.
Il Suonar Parlante graba para la compañía de Munich Winter&Winter. El último CD con el violonchelista de jazz Ernst Rejiseger (Full of Colour) se publicó en 2006, y ha sido considerado como “una absoluta revolución por el sonido de los instrumentos antiguos” (Diapason d’or, Choc du Monde de la Musique, Preis des Deutsches Schallplatten).
Junio
Conservatorio María Cristina de la Fundación Unicaja
Día 7 20.30 h.
La Petite Bande
Sigiswald Kuijken director
Sigiswald Kuijken viola, violoncello da spalla
Ryo Terakado violín & violoncello da spalla
Luis Otavio Santos violín & violino piccolo
Sara Kuijken viola
Makoto Akatsu violín
Dmitry Badiarov violín & violoncello da spalla
Giulio D’Alessio violín
Marleen Thiers viola
Masanobu Tokura viola & viola da gamba
Marian Minnen bajo de viola da gamba
Barthold Kuijken traverso & flauta de pico
Bart Coen flauta de pico
Patrick Beaugiraud oboe
Ann Vanlancker oboe
Natalia Alves Chahin oboe
Yukiko Murakami fagot
Jean-François Madeuf trompa
Pierre-Yves Madeuf trompa
Ewald Demeyere clave
PROGRAMA
Johann Sebastian Bach – Integral de los Conciertos de Brandeburgo
(1685-1750)
I
Concierto nº 1 en Fa mayor, BWV 1046
(Allegro) – Adagio – Allegro – (Allegro) – Adagio – Allegro – Menuett, Trio, Menuett – Polonaise – Menuett, Trio, Menuet
Luis Otavio Santos violín
Patrick Beaugiraud, Ann Vanlancker y Natalia Alves Chahin oboes
Jean-François Madeuf y Pierre-Yves Madeuf trompas
Concierto nº 6 en Si bemol mayor, BWV 1051
(Allegro) – Adagio ma non tanto – Allegro
Sigiswald Kuijken y Sara Kuijken violas
Ryo Terakado violoncello da spalla
II
Concierto nº 5 en Re mayor, BWV 1050
Allegro – Affetuoso – Allegro
Barthold Kuijken traverso
Ryo Terakado violín
Ewald Demeyere clave
Concierto nº 2 en Fa mayor, BWV 1047
(Allegro) – Andante – Allegro assai
Luis Otavio Santos violín
Barthold Kuijken flauta de pico
Patrick Beaugiraud oboe
Jean-François Madeuf trompeta
Sigiswald Kuijken
Violín y director
Nacido en 1944, se graduó en violín en el Conservatorio de Bruselas en 1964. Desde entonces y hasta 1972 fue miembro del conjunto de Bruselas Alarius Ensemble. A finales de 1960 colaboró frecuentemente, entre otros, con Gustav Leonhardt, Frans Brüggen, Anner Bylsma, René Jacobs, y, en especial con sus hermanos Wieland y Barthold, y con Robert Kohnen. En 1969 renovó la técnica de tocar el violín atendiendo a la manera histórica de tocar el violín barroco (sin poner el instrumento bajo la barbilla). Desde 1971 a 1996 enseñó violín barroco en el “Koninklijk Conservatorium” en La Haya. Desde 1993 ha sido profesor en el “Koninklijk Muziekconservatorium” de Bruselas. En 1972, Sigiswald Kuijken fundó la orquesta barroca La Petite Bande y en 1986 el Cuarteto de cuerda Kuijken. Como violinista, director y profesor ha actuado por toda Europa y Australia, el Lejano Oriente y América del Sur.
El uso del violoncello da Spalla en los conciertos de Brandenburgo
Sigiswald Kuijken
Investigaciones recientes están arrojando nueva luz sobre el significado de la terminología “Violoncello” en la última parte del siglo 17 y en las 3 o 4 primeras décadas del siglo 18.
Mientras que siempre se ha dado por hecho y sin otras investigaciones o diferenciaciones, que el término “violoncello” se refería al instrumento que indudablemente todos conocemos, una mirada más profunda a la evidencia histórica nos revela que esta suposición ha de volver a ser cuestionada.
Para una mejor comprensión, el primer hecho relevante a tener en cuenta, es que en las partituras de aquellos años, el término “violoncello” se utilizaba muy rara vez; este instrumento no estaba en gran demanda. Nuestra costumbre de ver “el cello” como el instrumento más obvio para interpretar el bajo continuo durante los siglos 17 y 18 ha de ser ajustada: en realidad, casi todas las partes escritas para el bajo continuo, diseñan el anhelado instrumento bajo de cuerda para la parte del continuo como “Violone” o simplemente “Contrabajo” (en Francia: “basse de violon”). Para intentar comprender a lo que se refería este término (violone o solamente contrabajo), tenemos que admitir ahora que se refería (hasta 1730-1740 y por toda Europa) a una variedad de instrumentos de bajo: pero todos ellos considerablemente de mayor talla que “nuestro” cello; y en el contexto de ensembles o grupos más grandes, este término indicaba claramente un instrumento tocado una octava más baja que la escrita en partitura (como nuestro contrabajo).
En segundo lugar, otro hecho a tener en cuenta a la hora de examinar las descripciones y los artículos en varios diccionarios de la última parte del siglo 17 y principios del 18, es que el término “violoncello” (cuando se usaba) hacía referencia a un instrumento claramente diferente a este bajo continuo/bajo de cuerdas; normalmente se tocaba contra el hombro derecho y se mantenía delante del pecho por medio de una correa sujetada al cuello o atado a uno de los botones de la camisa o chaleco. Por esta razón, se le llamaba “Violoncello da spalla” (también “viola da spalla” como sinónimo- spalla que significa hombro), pero tan solo el término “violoncello” parece haber evocado ya en 1758 este “cello de hombro” como podemos comprobar al leer “Anleitung etc” de J.Adlung!
El invento de J.S.Bach de la Viola Pomposa es mencionado por primera vez alrededor de 1770, casi 50 años más tarde de la fecha en la que se le atribuye la introducción de este instrumento (principios de 1720). Realmente, Bach nunca utilizó este término: Pomposa. La descripción ca 1770 de “pomposa” de Bach de ca 1720 nos recuerda claramente a un tipo de “violoncello da spalla”- lo que como mencionamos anteriormente, fue representada y utilizada mucho antes (aunque de un tamaño más grande)- pero que desapareció hacia 1770. Es posible que Bach efectivamente de una manera u otra “interviniese” -en el sentido de proponer un “Violoncello” (da spalla) más fácil de tocar y más pequeño ca 1720 para poder otorgar explícitamente a este instrumento partes solistas más complicadas. Se sabe que mantuvo una relación estrecha con fabricantes de instrumentos incluyendo instrumentos de viento…
Lo que llama singularmente la atención, es que los primeros años de 1720 corresponden en el tiempo a la composición de Bach 6 suites para Violoncelo; así como la utilización de Violoncello (y Violoncello piccolo) como instrumento solista en algunas de sus cantatas y su última redacción y dedicación de los 6 Conciertos de Brandenburgo (de los cuales todos los conciertos hoy día piden “Violoncello”-número 3 incluso para tres “Violoncellos”! (en una etapa anterior, estos conciertos no incluían partes para cello).
La suite nº 6 para “violoncello” exige claramente un instrumento de 5 cuerdas afinado como una Viola da spalla normal. No existen pruebas de que existiera un pequeño “cello” sujetado y tocado entre las piernas como se toca hoy en día. Así, la suite nº 6 sería “da spalla” de todas formas (como gran cantidad de musicólogos llevan admitiendo desde hace mucho tiempo!) Si esto es cierto, entonces qué ocurre con las otras suites? Yo creo firmemente que todas y cada una de las 6 suites fueron concebidas para el spalla “normal” de entonces (que normalmente poseía 5 cuerdas). Mi experiencia personal me convence cada vez más… Para alguien familiarizado con el violín y la viola, “spalla” no era un gran paso a dar, en principio…
Ninguna de las partes de solista para violoncello (o violoncello piccolo) en las cantatas de Bach fueron copiadas por él ni por sus copiadores en las partes de instrumento bajo- pero sí en las partes del primer violín o en hojas separadas. Esto significa que los intérpretes de los instrumentos de bajo no eran quienes tocaban las partes de “Violoncello”, sino que las interpretaba el concertino, obviamente apoyando en el hombro.
No hay razón para pensar que en los conciertos de Brandenburgo, la palabra “Violoncello” de repente adquiriera otro significado. Por tanto, nuestra producción en junio 2007 utilizará el término “Violoncello da spalla” siempre y cuando Bach se refiera a Violoncello en la partitura; por supuesto, esto introducirá un nuevo elemento en el equilibrio de sonido y afectará la coloratura de su música.
La descripción de John Mattheson de la Viola da spalla en 1713 señala especialmente que la resonancia de este instrumento es totalmente libre y abierta, para nada impedida y admira el sonido claro y penetrante que resulta de esta resonancia.
Los instrumentos interpretados por La Petite Bande están basados en los instrumentos originales supervivientes, atribuidos a J.Cr.Hoffmann (Leipzig ca. 1735) en el museo de Leipzig y de Bruselas (febrero 2004 y 2005).
Teatro Cervantes
Día 21 21.00 h.
Orquesta de Cámara Siemens
de la Escuela Superior de Música Reina Sofía
Jesús López Cobos director
Concierto Cátedra Sony
PROGRAMA
I
J. Rodrigo Zarabanda lejana y villancico
(1901-1999)
F. Schubert Sinfonía nº 5 en Si bemol mayor, D. 485
(1797-1828) Allegro- Andante con moto – Menuetto. Allegro molto – Allegro vivace
II
G. Bizet De la ópera Los pescadores de perlas
(1838-1875) “Me voila seule dans la nuit”
Fabiola José González soprano
Ch. Gounod De la ópera Romeo y Julieta
(1818-1893) “Ah! Leve toi, soleil”
Francisco Corujo tenor
F. Poulenc Sinfonietta
(1899-1963) Allegro con fuoco – Molto vivace – Andante cantabile – Finale
Joaquín Rodrigo: Zarabanda lejana y villancico
“He visto llegar a París a Falla, a Albéniz y a Rodrigo. No sé si este último es el más dotado de los tres”. La frase es de Paul Dukas, según recoge en su libro de memorias Victoria Kahmi, la esposa de Joaquín Rodrigo. Este elogio, expresado en forma de duda retórica, nos hace ver el inmenso talento de aquel joven saguntino que se presentó en 1927 en la clase de Dukas, en la École Normale de Musique de París. Esa fue la ciudad de su maduración definitiva. Allí trató a los principales artistas del momento; allí conoció a Victoria, compañera de una vida entera; y allí conoció a Manuel de Falla; pero la maleta con la que Rodrigo llegó a París, era ya la maleta de un gran compositor. Contenía la “Suite para piano”, las “Cinco piezas infantiles”, el “Preludio al gallo mañanero” y una “Zarabanda lejana” que acabaría convirtiéndose en una de sus obras más interpretadas. La sola escucha de esta música convencerá a los espectadores del concierto de hoy de que, antes de París, de Dukas y de la École Normale, antes de Falla, antes de Aranjuez, antes de comenzar su vida pública, Rodrigo era ya Rodrigo. Y, luego, durante tres cuartos de siglo, continuó siendo fiel a sí mismo. “Puede que mi vaso sea pequeño —dejó dicho— pero yo bebo de mi propio vaso”. En esa tenaz escucha de su propia voz interior radica una de las claves de su grandeza.
Compuesta en 1926, la “Zarabanda lejana” vivió sus cuatro primeros años en forma de pieza para piano y para guitarra. Regino Sainz de la Maza, quien poco después recibiría y estrenaría el “Concierto de Aranjuez” estrenó la forma guitarrística de esta pieza que está dedicada, significativamente, “A la vihuela de Luis Milán”. O sea, no tanto a Milán, cuanto a su vihuela, el instrumento con el que los españoles
del XVI (Narváez, Mudarra, Pisador, Fuenllana, Valderrábano, Ortiz o el propio Milán) encontraron nuevos mundos en la música instrumental. Emilio Pujol, gran guitarrista y recuperador de aquellos esplendores, coincidió con Rodrigo en París y tocó mucho su “Zarabanda”.
La variedad pianística de la pieza la estrenó en París Joaquín Nin Culmell, pero su interpretación más sonada fue la del 14 de marzo de 1928, el concierto más importante, quizá, de la vida de Rodrigo. Falla había sido distinguido con la Orden francesa de la Legión de Honor y, por voluntad del propio Don Manuel, el concierto con el que se celebraba la imposición de la medalla, no fue un monográfico de él, sino un escaparate de músicos españoles del momento. La generosidad de este gesto no tiene parangón. Es inimaginable la escena de un gran artista de hoy que, en el día de su mayor homenaje, haga subir a escena a sus colegas jóvenes y les ceda todo el protagonismo. El hecho es que, en el escenario del Hotel Rothschild de París, ante la crema de la intelectualidad parisina, Falla hizo sitio a Adolfo Salazar, Federico Mompou, Ernesto Halffter, Joaquín Turina, Manuel Blancafort y Joaquín Rodrigo para que tocara cada uno sus propias partituras, y le puso a la velada el título de “Una hora de música española”. Para Rodrigo, aquella era la gran ocasión. Tocó tres piezas, entre ellas, la “Zarabanda lejana”, con un éxito rotundo. Esa presentación pública le dio enorme prestigio y le abrió las puertas de la Casa Eschig y de la Ovart & Lerolle. Ya podía publicar sus partituras. “¡Ya estaba lanzado!”, exclama Victoria Kamhi.
En 1930, Rodrigo orquestó la “Zarabanda” para conjunto de cuerdas y equilibró su delicadeza añadiéndole el toque rústico de un “Villancico”. El estreno de esta versión ampliada lo realizó la Orquesta Femenina dirigida por Jane Evrard en la Ecole Normale. Antes había sonado, privadamente, en casa de la Princesa de Polignac.
Como prescribe su fantástico título, esta música nos llega de lejos, quizá de un salón de la España de los Austrias. Rodrigo mezcla imágenes y sonidos en esta comparación: “Suena la vieja zarabanda escondida tras la espesa celosía de los arcos envueltos en niebla de sordinas”.
Franz Schubert: Sinfonía núm. 5 en si bemol mayor, D. 485
Schubert escribió su quinta sinfonía en poco tiempo, en apenas dos semanas de septiembre de 1816. El 3 de octubre la tenía ya firmada. Como es habitual en él, la obra no llegó a sonar en público ni a publicarse en vida. Sin embargo, es casi seguro que el autor presenció una audición privada, hecha por la orquesta de aficionados que Otto Hatwig reunía en su casa. Ferdinand, el hermano de Schubert, iba generalmente de concertino y el propio Franz solía tocar allí la viola.
Schubert escribía rápido, pero de ahí no debemos deducir que escribiera fácil. Más bien es lo contrario. Schubert es un artista caminante. Es un auténtico “Wanderer”. Sus sinfonías —y sus cuartetos de cuerda— son jornadas, etapas de un viaje incierto, y ejemplifican con un siglo de anticipación la máxima de Machado: con cada sinfonía y con cada cuarteto, Schubert hace camino, gana cota y se acerca, ¡con gran esfuerzo!, a la cumbre.
La “Quinta” sinfonía es, por así decir, la última de las primeras y la primera de las obras maestras. En su larga andadura hacia la conquista de la sinfonía, la “Quinta” representa un momento crucial: Schubert comprende que ya tiene dominado el “métier”. Ante él se extiende, sin ofrecer más obstáculos, todo el territorio sinfónico conocido y lo único que le queda por hacer es… lo más difícil, la creación de territorio nuevo. La “Quinta” viene a ser la profunda respiración que se toma el compositor antes de lanzar su definitiva proposición sinfónica. En seguida vendrá el logro de la “Sexta”, varios tropezones e incompletitudes, y el triunfo final, la “Sinfonía Grande”, la “Novena”, un hito del arte europeo.
Pero, como decíamos, la “Quinta” es ya una obra maestra. Está escrita en si bemol mayor, que es tonalidad “relativa”, o emparentada, con la de sol menor. El dato es significativo, porque todos los comentaristas señalan el mozartianismo de esta sinfonía y su cercanía con la “Número 40” de Mozart, la sinfonía “sol menor” por antonomasia. Entre sus rasgos de parentesco se señalan siempre los “minuetos”, que comparten el tono y muchos elementos del tema. Sin embargo, la “Quinta” de Schubert es mozartiana en muchos otros sentidos. Nos recuerdan a Mozart, por ejemplo, su gracia juvenil, su orden en las ideas, su equilibrio y su orquestación contenida, que renuncia a clarinetes, trompetas y timbales.
La diferencia entre los modos mayores y menores es evidente al oído, pero muy difícil de reducir a palabras. Se suele decir que en los mayores son más propios de situaciones brillantes o alegres, mientras que los menores llaman a la melancolía. Con esa distinción en mente, Briggite Massin resume así la cuestión Quinta de Schubert / Cuarenta de Mozart: el si bemol mayor de Schubert viene a ser la réplica optimista del sol menor de Mozart. Es una simplificación, desde luego, pero también una manera de decir que con la “Quinta”, Schubert ingresa, definitivamente, en la orden de los grandes sinfonistas.
Francis Poulenc: Sinfonietta
La “Sinfonietta”, de 1947, es la única obra propiamente sinfónica, no concertante, de Francis Poulenc. Además de ella, su catálogo incluye las suites extraídas de los ballets “Les biches” y “Les animaux modèles” y dos partituras escritas al alimón con los demás compositores del Grupo de los seis: “La guirnalda de Campra” y las “Variaciones sobre el nombre de Marguerite Long”. También están, desde luego, sus célebres conciertos con orquesta: el “Campestre”, de clave; los dos de piano, el de dos pianos y el de órgano y timbales.
Henri Hell, primer biógrafo de Poulenc, tenía en gran estima a la “Sinfonietta”, lamentaba que no estuviera más presente en las programaciones y le auguraba un futuro feliz: “Desdeñada por las orquestas sinfónicas, esta ‘bella durmiente’ espera siempre al Príncipe Azul que sepa despertarla y hacerla resplandecer con todos sus atractivos”. Y añade: “Un Igor Markevitch, por ejemplo”. No estoy seguro de que el gran Igor recogiera el guante, y ya es pena.
La “Sinfonietta” es una obra maestra que ofrece lo mejor de Poulenc: la gracia, cuando no el gracejo, que recuerda a “Les biches” e incluso a la ópera bufa “Las mamas de Tiresias”; pero también la precisión del artista elegante que se precia de refinar las ideas y formularas en líneas limpias. Ahí hay que encontrar el sentido del título. Por dimensiones —casi media hora de música— y por ambición, podría ser perfectamente una sinfonía, pero Poulenc esquiva ese nombre. No se siente a gusto poniendo esta música en la fila de las sinfonías, a continuación de las inmensas construcciones del siglo romántico. Tampoco le gusta el academicismo que el término parece llevar a cuestas.
El título, finalmente, acaba emparentándola con la obra maestra, veinte años anterior, de nuestro Ernesto Halffter. De hecho, ambas partituras comparten al menos, estos caracteres: orquestación transparente pero profusamente coloreada, ideación ingeniosa, vivacidad, cierto grado de impertinencia, y una gota de melancolía que, como señala Hell, se ve inmediatamente reprimida.
Es música hecha con gusto y para gustar, lo que no le hace perder ni una pizca de distinción.
Álvaro Guibert
ORQUESTA DE CÁMARA SIEMENS DE LA ESCUELA SUPERIOR DE MÚSICA REINA SOFÍA
UNA ORQUESTA COMO EMBLEMA DE UNA ESCUELA
Cuando un centro de enseñanza superior de música tan ambicioso como la Escuela Reina Sofía concentra buena parte de sus esfuerzos e ilusiones en su orquesta o en sus grupos de cámara, está dando lecciones de hacer lo que se debe: conciliar las individualidades, incluso las mejor diferenciadas, en un diálogo multánime que une sin enfrentarse nunca persona con persona, grupo con grupo, razón con idea a golpes de verdad. En términos matemáticos una orquesta es siempre suma y multiplicación y rara vez resta o división. Divide y vencerás, reza la consigna peleona y astuta: “música es lo que une”, campea en el banderín conceptual de la filosofía antigua de Oriente.
Vemos aquí cómo los sonidos acordados de una orquesta se constituyen en ejercicio de orden humanístico gracias al cual seres de distinto origen que llevan en la mochila del alma el lauro de la unicidad, el afán de ser primeros y diversos, pueden conformar el discurso poético más hermoso y difícil: el de la perfecta armonía de lo diferente, la organización del suceder temporal a través de expresiones conmovedoras por su belleza. No en vano el gigante Stravinski intentó la célebre definición de la música como “el orden entre nosotros y el tiempo”.
No por azar, al perfeccionarse y engrandecerse el sentimiento, los conceptos y la técnica musical, al ensancharse en gran público al destinatario del “hecho musical”, la orquesta creció prácticamente sin pausa para hacer del mero e imprescindible saber algo de vital transparencia y efecto perdurable. La academia, la Escuela salta las bardas crueles del estudio al organizarse en familia instrumental y, si conviene o estalla, también vocal.
¿A quién se dirige ese misterio enigmático denominado música? Al gran público con intuición receptiva, a la masa a partir de la democratización del concierto. Probablemente, no. La magia de la música bien hecha, la “música extremada” que para Fray Luis serenaba el aire, reside precisamente en un dirigirse a todos pero uno a uno en una exaltación de intimidad libre. Ved entonces la importancia de una orquesta como realidad externa y comunicable en una Escuela pensada desde el primer momento con voluntad transcendente como es la de Paloma O’Shea, vencedora y convencedora de su misión.
He aquí a la orquesta, renovada en quienes la forman , más empecinada en la tarea y los fines a cumplir. La aventura, el compromiso merece no sólo el aplauso y el juicio positivo sino, antes que otra cosa, la consideración exacta de lo que se hace, se patrocina o se recibe.
Jesús López Cobos
director
Jesús López Cobos nació en Toro (Zamora).Tras graduarse en filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, y en composición en el Conservatorio de Madrid, estudió dirección en la Academia de Música de Viena. Galardonado en los Concursos de Besançon y Copenague (Nikolai Malko), fue invitado en 1971 por la Ópera de Berlín, donde permaneció hasta 1990. En 1981 fue nombrado director general de Música de ese Teatro. En 1975 debutó con las Filarmónicas de Los Angeles y Londres. De esta última fue seis años principal director invitado. Ha dirigido regularmente todas las grandes orquestas europeas y americanas, y en festivales como Edimburgo, Salzburgo, Berlín, Praga, Lucerna, Montreux, Tanglewood, Ravinia, Hollywood Bowl, etc. Ha sido Director Artístico de la Orquesta de Cámara de Lausana (1990–2000) y de la Orquesta Sinfónica de Cincinnati (1986–2001), que le ha nombrado Director Musical Emérito. También ha sido responsable artístico de la Orquesta Francesa de Jóvenes durante tres temporadas y director titular de la Orquesta Nacional de España (1984-1988).
Fue el primer director español en subir al podio de la Scala de Milán, del Covent Garden de Londres, de la Ópera de París y del Metropolitan de Nueva York. Dirige con regularidad en la Ópera de La Bastilla de París, en el Metropolitan de Nueva York, en Chicago, en el Festival de Orange, etc., Desde 2003 es director musical del Teatro Real de Madrid y titular de la Sinfónica de Madrid. Posee una abundante discografía en los principales sellos. Doctor “Honoris Causa” por Cincinnati, ha recibido entre otros el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y las máximas distinciones de los gobiernos alemán y francés.
Teatro Cervantes
Día 23 21.00 h. • Día 24 20.30 h.
Compañía Nacional de Danza
Nacho Duato director artístico
PROGRAMA
Wings of wax
coreografía Jirí Kylián
música H. von Biber, J. Cage, P. Glass, J.S. Bach
Arcangelo
coreografía Nacho Duato
música A. Corelli, D. Scarlatti
White darkness
coreografía Nacho Duato
música Karl Jenkins
Compañía Nacional de Danza
La Compañía Nacional de Danza fue fundada en 1979 con el nombre de Ballet Nacional de España Clásico, y tuvo como primer Director a Víctor Ullate. En febrero de 1983 se hizo cargo de la Dirección de los Ballets Nacionales – Español y Clásico – María de Ávila, quien encargó coreografías a Ray Barra, bailarín y coreógrafo norteamericano residente en España, ofreciéndole posteriormente el cargo de Director Estable que desempeñó hasta diciembre de 1990. En diciembre de 1987 fue nombrada como Directora Artística del ballet, Maya Plisetskaya.
La incorporación del renombrado coreógrafo y bailarín Nacho Duato como Director Artístico de la Compañía Nacional de Danza, en junio de 1990, supuso un cambio innovador en la historia de la formación. Duato estaba decidido a hacer del ballet una compañía con identidad propia, en la que, sin olvidar los preceptos clásicos, se derivara hacia un estilo más contemporáneo. Con este fin se incluyen en el repertorio de la compañía nuevas coreografías creadas específicamente para ella, junto con otras de contrastada calidad reconocida en numerosas compañías internacionales. Asimismo, Nacho Duato aporta a la Compañía Nacional de Danza su trabajo como coreógrafo, alabado por la crítica mundial y premiado por los especialistas.
Nacho Duato
Nació en Valencia. Comenzó su formación profesional en la Rambert School de Londres, amplió sus estudios en la Mudra School de Maurice Béjart en Bruselas y completó su formación en Nueva York en The Alvin Ailey American Dance Centre.
En 1980 Nacho Duato firmó su primer contrato profesional con el Cullberg Ballet (Estocolmo) y, un año después, de la mano de Jirí Kylián, ingresó en el Nederlands Dans Theater, compañía de la que fue nombrado Coreógrafo Estable, junto a Hans van Manen y Jirí Kylián, en 1988. Por sus éxitos como bailarín recibió en 1987 el VSCD Gouden Dansprijs (Premio de Oro de la Danza). Su primera coreografía, Jardí Tancat (1983), con música de María del Mar Bonet, ganó el primer premio en el Internationaler Choreographischer Wettbewerb (Concurso Coreográfico Internacional) de Colonia.
Sus ballets forman parte del repertorio de las más prestigiosas compañías de todo el mundo, entre las que se encuentran el Cullberg Ballet, Nederlands Dans Theater, Les Grands Ballets Canadiens, Ballet de la Ópera de Berlín, Australian Ballet, Stuttgart Ballet, Ballet Gulbenkian, Finnish Opera Ballet, San Francisco Ballet, Royal Ballet y American Ballet Theatre. La coreografía White Darkness forma parte del repertorio del Ballet de la Ópera de París desde noviembre de 2006. En 1995 recibió el grado de Caballero de la Orden de las Artes y las Letras que concede la Embajada de Francia en España. En 1998, el Consejo de Ministros le galardonó con la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes.
En abril de 2000 recibió en la Ópera de Stuttgart el Premio Benois de la Danse, en su IX edición, que otorga la International Dance Association, por Multiplicidad. Formas de Silencio y Vacío (1999). Es remio Nacional de Danza 2003 en la modalidad de Creación.
Desde junio de 1990, invitado por el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música del Ministerio de Educación y Cultura español, Nacho Duato es Director Artístico de la Compañía Nacional de Danza.
Teatro Cervantes
Día 30 21.00 h.
Orquesta Filarmónica de Málaga
Aldo Ceccato director
Recordando en música. Homenaje a Luchino Visconti (1906- 1976)
Senso
A. Brückner Sinfonía nº 7 en Mi mayor
(1824-1896) Primer movimiento, Allegro moderato
Muerte en Venecia
G. Mahler Sinfonía nº 5 en Do sostenido menor
(1860-1911) Cuarto movimiento, Adagietto
El Gatopardo
N. Rota Sinfonía para una canción de amor
(1911-1979)