La versatilidad de la creación artística contemporánea posibilita la integración de ésta en los más insólitos contextos, por lo que se han buscado lugares emblemáticos de la zona cuyo carácter significativo los hace idóneos para la experimentación y el diálogo con el entorno humano y natural en el que se encuentran.
La localidad de Benavides, sede del Mercado de los Jueves –cuyo centenario es el motor de todo el proyecto–, se establece como centro neurálgico de esta intervención, con varias intervenciones entre las que cabe destacar la producción específica de Enrique Marty y su taller Club Matadero en el antiguo matadero de Benavides de Órbigo.
El espacio
El antiguo matadero de Benavides de Órbigo se alza entre plantaciones de lúpulo siguiendo un camino vecinal que parte desde el camping de la localidad y se adentra hacia los campos circundantes. Se terminó de construir en el año 1983 y, pese a ser de nueva construcción, nunca llegó a entrar en funcionamiento, dado que un año después de su finalización cambió la legislación que regía dichos establecimientos y éste se volvió no operativo.
La obra
Enrique Marty es uno de los artistas mejor representados en la Colección MUSAC. Es por ello que su participación en ÓRBIGO 07 no se reduce a la selección de una de sus obras, sino que ha sido seleccionado para realizar una intervención específica en el antiguo matadero de Benavides de Órbigo. A lo largo de los meses previos al verano, y respaldado por un taller de artistas reunidos para la ocasión, el autor salmantino llevará a cabo una total remodelación de las instalaciones para convertirlo en un sugerente lugar de encuentro de los más diversos personajes y ambientes de la noche y el espectáculo. Igual que ya hiciera con La Caseta del Alemán en las propias instalaciones del MUSAC, Club Matadero representa uno de los hitos en la carrera de este artista, concibiendo no sólo la escenografía de la obra, sino toda la parafernalia ambiental y de personajes a través de los cuales discurrirá el público a lo largo de estos dos meses.
El artista
Enrique Marty (Salamanca, España, 1969. Vive y trabaja en Salamanca)
Enrique Marty es poseedor de una larga trayectoria artística, basada fundamentalmente en la transgresión de los géneros y la descontextualización de los elementos cotidianos que nos rodean y la forma en que éstos se relacionan con nosotros. De esta forma, lo familiar se torna extraño a través del poder de fascinación que el arte otorga a distintos elementos de nuestra vida diaria. Poseedor de una sólida técnica pictórica y escultórica, la producción de Marty es abiertamente multidisciplinar, lo que le hace acreedor de un talento especial para la conformación de complejas escenografías, entre lo sugerente y lo siniestro, a través de los cuales discurre una extravagante galería de personajes –entre los que deberíamos incluir al propio espectador–. Enrique Marty disecciona los tópicos y temores inherentes a la propia condición humana y, a través del tamiz de su propia mirada, oscura y expresionista, remueve los cimientos de nuestra propia moralidad.
El espacio
La antigua panera de Benavides de Órbigo se encuentra situada en la carretera que enlaza Benavides de Órbigo con Carrizo de la Ribera. Se trata de un edificio de ladrillo rojo flanqueado por dos silos metálicos que conserva el habitual estilo industrial de principios del siglo XX. Se construyó en torno a 1940 para que, como determinaba el Servicio Nacional del Trigo, se entregase y procesase allí el cereal de la zona. La Panera lleva ya más de veinte años en desuso.
La obra
Supersubjektiv surge como resultado de un trabajo en residencia realizado por la artista en Japón: el espacio ocupado en cada caso es totalmente cubierto por las sugerentes imágenes y los delicados sonidos que se despliegan a lo largo de la estancia. La cámara de Pipilotti Rist analiza de forma minuciosa la imperceptible estructura de los objetos desde una óptica analítica cercana al documento científico. La diferencia con esta forma de conocimiento es la perspectiva estética desde la que la artista se acerca a estos objetos, manipulando la realidad observada a través de una saturación cromática y una coreografiada puesta en escena. La banda sonora es una canción interpretada en inglés por Rist, algo habitual en sus trabajos, acompañada por otra voz masculina que canta en japonés, y fluye en forma de bucle a lo largo de toda la pieza, confundiéndose con diferentes sonidos intercalados de similar efecto cautivador. El resultado es una fascinante amalgama de impresiones sensibles, de asociaciones y referencias, con una vocación expresiva que supera las limitaciones de la narración convencional.
La artista
Pipilotti Rist (Grabs, Suiza, 1962.Vive y trabaja en Zurich, Suiza)
Basándose en un concepto de obra total, caracterizado por un cuidado control del resultado en todas sus facetas, Pipilotti Rist aparece a mediados de los ochenta como una de las más interesantes propuestas de la videocreación internacional. Partiendo de unas estrategias postfeministas de vanguardia y de unos movimientos culturales derivados del pop, la artista suiza logra crear un universo estético personal de marcada depuración formal en su tratamiento de la imagen. La manipulación del color, una planificación minuciosamente coreografiada o el delicado uso de la banda sonora, son sólo algunos de los elementos que logran conferir a sus obras un inagotable poder de seducción. La intencionalidad narrativa de estas piezas no elude la búsqueda inconsciente de una estética eminentemente hedonista a través de la expresión de sensaciones visuales y corporales. Asimismo, la reflexión sobre los instrumentos formales e ideológicos usados por los medios de masas y su influencia en el espectador se convierten en parte integrante del discurso de Rist.
El espacio
El Centro Distribuidor de Movistar se construyó en el año 2005 con motivo del 25 aniversario de la creación de la empresa. Desde principios del 2006 está en funcionamiento y constituye el centro Movistar más grande de toda la Comunidad de Castilla y León.
Los artistas y sus obras
Txomin Badiola
La obra de Txomin Badiola tiene desde sus inicios distintas referencias que van desde los planteamientos de movimientos de vanguardia como el constructivista hasta las propuestas realizadas por Oteiza. Badiola llegó a convertirse en los años ochenta en uno de los máximos exponentes de lo que se vino a denominar “nueva escultura vasca”. A partir de 1990, año en el que se traslada a Nueva York, comienza a interesarse por medios como el vídeo y la fotografía, lo que se tradujo en un giro en su producción, pasando a tener gran importancia las alusiones a lo cotidiano, siempre filtradas a través de los medios de comunicación, el rock y, sobre todo, el cine. Sin desprenderse nunca de su condición de escultor, aunque sí cambiando su escala, materiales y configuración, su obra evoluciona desde unas propuestas básicamente formalistas hacia otras de carácter narrativo a través de la introducción de medios audiovisuales. Citando a una de sus más claras influencias, el cineasta francés Jean-Luc Godard, Badiola expresa la intención de su trabajo: “No quiero comunicar algo, quiero comunicar con alguien”.
Ciudad de nadie, 1996
Ciudad de nadie es una serie de siete fotografías en la que se presenta a otros tantos personajes sobrevolando las calles de una ciudad que apenas se adivina al fondo. Estos modernos superhéroes han sido sacados de las páginas de un cómic y transformados por medio de una estética rave en entes caprichosos que dominan, no sabemos con qué intenciones, un entorno urbano en el que no se puede encontrar ningún signo que lo identifique, que le dote de un rasgo de humanidad, convirtiéndose así en una Ciudad de nadie. Esta indefinición espacial, la desubicación de los protagonistas y su marcada ambigüedad sexual contribuyen a despojar a la imagen de un marco real. Una cualidad que ya se aprecia desde su mismo proceso de creación: mientras que los exteriores urbanos pertenecen a los alrededores de Bilbao, los personajes fueron retratados en el estudio del artista en Nueva York. Es así como se permite al espectador especular sobre el origen y la identidad de estos seres. A partir de las pautas dadas por Badiola, es el espectador quien debe enlazar, a partir de su propio discurso, una narración que sólo se nos presenta de forma fragmentaria.
Biel Capllonch
Trabajando fundamentalmente en el campo de la fotografía publicitaria y en el ámbito de la moda, el trabajo de Capllonch huye de cualquier voluntad documentalista, fantaseando con las situaciones y lugares en las que se ubican sus personajes. El erotismo juega siempre un papel importante en sus trabajos, así como la extrañeza –en ocasiones cercana al concepto de “lo sublime”– que recorren los paisajes que retrata. El caos contenido, y estudiado, de sus escenas responde a un uso reconocido de la técnica digital para el retoque, siendo éste siempre sutil y sin efectismo, y al servicio de la claridad de las texturas y de la pulcritud.
Dos hombres desarmados, 1998
La ausencia, 1998
Con estas dos obras, Capllonch construye un juego en torno a la idea de la identidad y la duplicidad. La quietud de sus imágenes, que parecen querer congelar momentos de desconcierto psicológico, se aleja de lo expresivo del gesto optando por la contención y el hermetismo. Por otro lado, indaga en el concepto de masculinidad, aportando un cierto carácter monstruoso en la clonación de las figuras que, en el caso de Dos hombres desarmados, se acentúa con las grandes pelucas negras que cubren el rostro de los personajes. La escala de los personajes, buscando el tamaño natural, ponen en evidencia una realidad paralela a quien observa.
Lovett/Cadagnone
John Lovett y Alessandro Codagnone conforman un equipo de trabajo, en activo desde 1995. Sus instalaciones, objetos, performances y piezas en vídeo invitan al público a plantearse situaciones de confrontación. Éstas exploran las relaciones de poder –políticas, sexuales, individuales, colectivas o cívicas–, siempre en relación a los modos en que cada situación o vínculo subordina nuestra identidad. Tanto a través de su significado y puesta en escena explícita como de sus usos más trasversales o inconscientes. La clandestinidad de todo tipo de práctica, especialmente en su vertiente sexual y familiar, es un tema al que recurren una y otra vez. Encontrando diversas posiciones que avanzan o retroceden de manera simultánea a la actualidad política, social y cultural. De allí en su insistencia en hacer pública una orientación sexual como el S/M (sado/masoquismo), no para ser leída desde una actitud panfletaria, sino como un análisis sobre las condiciones políticas o históricas que determinan su visibilidad.
Shuttered, 2006
La familia y la sexualidad son para Lovett/Codagnone un laboratorio de comportamientos, acciones, conductas y discursos donde se entrecruzan diversos elementos. El interés de los artistas parte de descubrir los distintos modos en que estos estados de cosas fluyen e interaccionan con su entorno. Concentrándose en señalar cómo los discursos individuales constituyen una identidad colectiva, en pleno desarrollo. Shuttered es un cubo transparente, cuyos seis lados están ocupados por fotografías de una pareja de S/M, vestidos con su indumentaria de cuero negro y uno de ellos cubierto por una máscara. Se encuentran ubicados en localizaciones alejadas de sus escenarios más reconocibles y a plena luz del día: se trata de espacios públicos, el escaparate de una marca burguesa o un jardín junto a unos hipotéticos padres/suegros de la pareja. Contemplar un lado del cubo implica ocultar otro, o bien colocarlo boca abajo. Un guiño hacia la doble moralidad y hacia el control social, donde ver y no ver forma parte de un juego de simples posiciones.
MP & MP Rosado
Miguel Pablo y Manuel Pedro Rosado Garcés son dos hermanos gemelos que trabajan bajo el nombre de MP & MP Rosado. En sus propuestas utilizan diversos medios y materiales como la fotografía, la pintura o la escultura, que muchas veces conjugan para crear instalaciones con un fuerte carácter escenográfico. La temática fundamental de su trabajo gira en torno a la búsqueda de la identidad, que en el caso de su condición de gemelos se ve reforzada por la obsesiva representación de sus propias imágenes, multiplicadas o duplicadas en sus propuestas.
Han dormido mucho tiempo en el bosque, 2002
MP & MP Rosado entienden sus pinturas como anteproyectos para posteriormente crear escenografías donde colocar sus figuras. Éstas están normalmente realizadas en cera o resina policromada, por una confesada influencia de la policromía barroca andaluza. Es el caso de Han dormido mucho tiempo en el bosque, instalación en la que vuelven a reproducirse a sí mismos, esta vez en una clara situación de adormilamiento.La idea principal que se cuestionan los Rosado es la pérdida de la identidad, tanto a nivel externo –en los entornos urbanos donde se sitúan–, como internos –por sus actitudes pasivas y los rostros escondidos–, hablando de una cierta deshumanización en la escala actual de valores y la influencia que esto ejerce en nuestras propias decisiones y actitudes. Pero en última instancia, y como ellos mismos afirman, les interesa transmitir la imposibilidad de percibir la realidad, la ambigüedad que se plantea entre realidad y arte.
Ixone Sádaba
La obra de Ixone Sádaba, basada, fundamentalmente, en fotografía, instalación y performance, cuestiona, mediante la utilización del cuerpo –y más concretamente del suyo propio–, la respuesta psicológica y las actitudes que de ella se desprenden, tanto en el actor como en el espectador. De tal forma corporiza las posibilidades expresivas y límites del ser humano. En algunos de sus trabajos reflexiona sobre la identidad personal, ofreciendo diferentes identidades desdobladas y enmarcadas en composiciones teatralmente escenificadas.
Citerón, 2003
La serie Citerón alude en su título al nombre de la montaña que fuera escenario de algunas de las leyendas grecorromanas más conocidas, de ahí su implicación tanto con la tragedia clásica como con una puesta en escena teatral. En ellas, siempre aparece la propia artista y su reflejo. Este desdoblamiento supone una reflexión sobre los problemas existenciales de cualquier ser humano, sus miedos y frustraciones. Son imágenes en las que se palpa la desolación, la angustia o la desesperación y en las que Sádaba actúa de víctima y verdugo, testigo y acusado.
Mediante la manipulación fotográfica digital, Sádaba se autorretrata desdoblada, aludiendo a la dualidad que se esconde en cada uno de nosotros. Estas imágenes en las que ella aparece sola, enfrentada a sus propios temores, están realizadas en escenarios reconocibles como el Palacio Real o el Paseo del Prado. Pero yendo más lejos, refleja además su álter ego, en un claro esfuerzo por sacar a la luz y descubrir ese “yo” oculto al que pocos son capaces de enfrentarse. Sádaba funde en sus fotografías la experiencia trágica y la contemplación estética. Traslada acciones cotidianas, como el enfrentamiento diario a esos miedos ocultos, a escenarios cargados de barroquismo y teatralidad. Y es esa lucha, lo que da a toda la serie una sensación de dramatismo y frustración.
Benavides de Órbigo- Plaza del Mercado
El espacio
La Plaza del Conde Luna es el centro articulador de la vida urbana de la localidad. Es el centro tradicional de comercio y hasta 1930 fue plaza de ganados a la que acudían todos los comerciantes de la comarca. En la actualidad sigue acogiendo el Mercado de los Jueves, del que se conmemoran los 700 años.
La obra
Vivo sin trabajar, 2002
La frase situacionista “ne travaillez jamais” y la tristemente famosa consigna nazi “arbeit macht frei” se sintetizan en la afirmación personal del artista “vivo sin trabajar”. Utilizando la estética de las verbenas y las fiestas populares, esta instalación luminosa introduce de forma sigilosa en la opinión publica frases que, escritas o pronunciadas en determinada situación, hacían temblar a quien las escuchaba o leía, y que, sin embargo, una vez convertidas en festivo cartel luminoso y descontextualizadas, no provocan sino una sonrisa. Ahora, el mensaje “no trabajo jamás”, que proclamaron los Situacionistas, lo recibimos desactivado, pensamos que no es más que una obra de arte y que, como tal, es inútil.
Con esta pieza el artista cuestiona la industria de la cultura, esa que promociona un concepto de arte en el que aparece reducido al papel de mero entretenimiento, en virtud del cual fabrica sus productos como “sistemas de estímulo” y con sus estrategias de tergiversación consigue guardar el difícil equilibrio entre una franqueza drástica, una superficie falsamente inocente y la necesidad de la reflexión distanciada.
El artista
Fernando Sánchez Castillo (Madrid, España, 1970. Vive y trabaja en Madrid)
La obra de Sánchez Castillo reflexiona sobre el pasado histórico y los símbolos del poder, así como sobre las distintas formas de vigilancia y control que dicho poder ha desarrollado. Su trabajo integra un amplio abanico de fuentes, desde la iconografía militar y el situacionismo, hasta los orígenes del arte contemporáneo y la violencia inútil generada por las sociedades postcapitalistas. Sánchez Castillo utiliza su obra como herramienta para experimentar con procesos de conducta tales como la fascinación que la violencia o la destrucción ejercen sobre el ser humano. El desarrollo de su obra se basa en prácticas de resistencia e interferencia y su objetivo es poner en cuestión y en evidencia el sigilo con el que actúa el poder.
Benavides de Órbigo- Lavadero
El espacio
El lavadero de Benavides de Órbigo se construyó en torno a 1920 con la finalidad de que los habitantes pudieran utilizarlo tanto para lavar enseres y utensilios como para el aseo personal. Ha sufrido distintas reformas, siendo la más importante la que tuvo lugar en 1955 que le confirió el aspecto que tiene actualmente. En el 2004 se llevarón a cabo diversos trabajos de restauración. El lavadero se llena con el agua que procede de los emblemáticos “Ocho Caños” de Benavides.
La obra
100 obras de arte imposible se presenta como una serie de textos en vinilo colocados sobre el muro expositivo. Es una instalación que indaga sobre la concepción misma del objeto artístico y su materialización en el terreno de la exposición. Presencia y ausencia, realidad y ficción, se funden en una pieza conceptualmente compleja, que invita a reflexionar en torno a la forma en que se produce la comunicación entre autor y público en la creación artística. El improbable encuentro entre la imposibilidad creativa a la que hace referencia el título y su representación material concreta en el marco expositivo tradicional (en este caso en forma de texto escrito), apela a concepciones habituales en el trabajo de Dora García: el desdoblamiento espacio-temporal de la representación, la multiplicidad interpretativa que de ésta se deriva, o el aspecto efímero e inestable de la propia obra de arte, que se presenta en los límites de una narración no siempre compartida con el espectador. La documentación de una obra concebida a partir de su propia imposibilidad se traduce, en la obra de esta artista, en un intento por fijar lo efímero, de registrar la volubilidad de lo instantáneo, de atrapar un tiempo fugaz. Un intento que se halla legitimado en un proceso narrativo que permite la percepción de lo intangible.
La artista
Dora García (Valladolid, España, 1965. Vive y trabaja en Bruselas, Bélgica)
El trabajo de Dora García está caracterizado por un fuerte contenido conceptual que, partiendo de los más diversos soportes creativos, investiga en la construcción de ficciones para descodificar las infinitas relaciones que se producen entre el sujeto y el contexto en el que se ve inmerso. Transitando continuamente sobre el sutil límite que separa lo real y lo irreal, y a partir de narraciones y escenografías muy concretas, sus obras reflexionan en torno a la búsqueda de una identidad. Una identidad que sólo se hace posible como fruto del proceso de negociación del individuo con su entorno. La relación entre estos dos elementos se produce en un estado de mutua dependencia, que hace indisociables al uno del otro.
Benavides de Órbigo- Calle Principal
El espacio
Como punto de partida –o finalización– del recorrido expositivo de ÓRBIGO 07, y en el mismo límite urbano de la localidad de Benavides, en consonancia con el contenido conceptual de la obra seleccionada para el caso, se ha elegido un espacio público y abierto, definido no tanto por el edificio que le sirve de soporte como por la singularidad de usar la propia calle, en la linde de la carretera, como escenario para la intervención artística.
La obra
TEIXH, 2005
En esta obra, el compromiso ético y político de Rogelio López Cuenca lo lleva a cuestionar la realidad social a través de la de-construcción del lenguaje y la apropiación de estrategias publicitarias en esta obra realizada expresamente para la exposición inaugural de MUSAC, Emergencias. En ésta ocasión, el artista toma como referencia el poema “Muralla” (1986) del egipcio con vocación “costantinopolitana”, Kostantine Kavafis. Por la educación recibida y por el medio ambiente en el que se desarrolló su vida, el escritor poseía un sentimiento grande de autocensura. Durante mucho tiempo mantuvo ocultos una serie de poemas eróticos a los que había marcado con una “T” de la palabra griega “Teich” [Teiji] que quiere decir “muralla” y al que pertenece el ahora referenciado, donde se expresa el sentimiento de marginación debido a los prejuicios sociales sobre su propia condición sexual.
Lejos de los análisis más personalistas del poema, Rogelio López Cuenca utiliza tanto significado como significante para crear un mapamundi no sólo en sentido estricto, sino también de la exposición para la que fue solicitado el encargo, en el que se esgrimen, con tácitos movimientos circulares, todas las “teixh” —“murallas”— que sitian al hombre. En definitiva, TEIXH termina por definirse como alegoría visual o un nuevo intento de subvertir el significado cerrado de los signos tal y como han sido establecidos en tanto que símbolos. Si el símbolo es una estructura cerrada y aprisionada sometida a la dictadura de una única interpretación, la alegoría busca romper este monopolio, fragmentándolo, confundiéndolo y otorgando nuevos contratos de sentido en función del contexto donde éste se exprese. El mismo vídeo, como parte integrante de la instalación, acaba por darle a estos “muros” su último y más esperanzador “nuevo” uso: el de la resistencia.
El artista
Rogelio López Cuenca. 1959, Nerja-Málaga, España. Vive y trabaja en Málaga
Rogelio López Cuenca se dio a conocer en la década de los ochenta con la fundación del colectivo malagueño Agustín Parejo School. Sus actividades, expresadas a través de acciones, arte postal, grafitos, publicaciones o un gran número de manifestaciones dificilmente clasificables y que incidían en cuestiones directamente locales —Málaga, Andalucía o el Magreb—, abrían una lectura crítica sobre la capacidad del discurso artístico para afrontar los “restos” de las políticas cotidianas, donde los conceptos de periferia y diferencia se perfilan como agentes propios de una acción social permanente.
Desde finales de los años ochenta y a partir de un discurso semiótico “propio de la baja cultura”, López Cuenca aúna la crítica a la iconización de la información pública, el signo poético o el objeto encontrado, con la reflexión sobre la esquematización y dictadura del significado que sufre la cultura visual occidental. Con una obra llena de paradojas y humor, que abarca desde intervenciones gráficas en lugares públicos e institucionales a publicaciones, vídeos y obra bidimensional y gráfica, la lingüística, la poesía visual y el juego alegórico de imágenes y palabras buscan despertar en el espectador nuevas interpretaciones respecto al lenguaje del poder y al poder del lenguaje. Qué es lo que vemos y cómo miramos son los grandes interrogantes que plantea la obra de este malagüeño en busca de una hábil re-relectura de las imágenes que forman parte de nuestra cotidianidad, nuestra historia y cultura, descomponiendo imágenes, discursos y mensajes, y construyendo nuevas estructuras semánticas que inviten a pensar en otras lecturas de la realidad y sus representaciones.
Turcia- Antiguas escuelas
El espacio
Las escuelas nacionales de Turcia se construyeron en el año 1917. Se trata de dos edificios corridos de cal, canto y ladrillo emplazados frente al río que atraviesa la localidad. Desde el año de su apertura se destinaron a la enseñanza de los niños del lugar, inicialmente separados por sexos y posteriormente por edades. Fueron abandonadas en 1993, dedicándose una de ellas a hogar de jubilados desde entonces. La otra, en la que se realizará la intervención, continúa en desuso en la actualidad.
Las obras
Contemporáneos, 2000
Contemporáneos es una masa de libros que surge de una pared, invadiendo el lugar que ocupa el espectador. El contenido de los libros no es importante para dar significado a ésta o a cualquiera de sus obras; al contrario, la artista anula la información en ellos incluida para dotarles de una nueva condición. La caída de los libros en Contemporáneos tiene un carácter destructivo, destruir para hacer sitio, y así conseguir un espacio vacío en la memoria que nos permita reconstruir la historia. El olvido voluntario es una defensa ante lo que no se quiere recordar; después, todo se modifica y puede volver a inventarse.
Uno de los detalles que más perturba en esta obra es la sensación de tiempo detenido, como si de una instantánea fotográfica se tratara, donde el presente modifica el curso del pasado y el tiempo diluye las fronteras entre lo real y lo ilusorio sin posibilidad alguna de conclusión.
Políglotas I, 2003.
El laberinto del vídeo de Alicia Martín es una construcción arquitectónica mental que representa el caos de la cultura contemporánea, en la que el Minotauro, Teseo y Ariadna han sido sustituidos por una bandada de libros animados gracias a la técnica 3D. Objetos orgánicos que traspasan y sobrevuelan una biblioteca abstracta en un bucle sin sentido y sin fin. Estos libros voladores tienen una extraña afinidad con lo humano, con el humano sueño de la ingravidez y el desprendimiento, de la huida improbable e infinita, tal como sucede con los pájaros que penetran en un espacio cerrado, sin posibilidad alguna de libertad ni de descanso. El laberinto de Poliglotas I es un interminable cruce de senderos que no van a parar a ningún sitio. La posición cenital del punto de vista verifica la existencia de una entrada y una salida, pero a la artista no parece interesarle la solución del enigma, sino la propia condición de la búsqueda.
La artista
Alicia Martín (Madrid, España, 1964. Vive y trabaja en Madrid)
Alicia Martín ha utilizado medios como la fotografía, la escultura, la instalación, el dibujo o más recientemente el vídeo. Una de las constantes que caracteriza su obra es la utilización casi obsesiva del libro como materia prima. La metáfora del tiempo, la ocupación del espacio, la relación del arte contemporáneo con la cultura, la memoria bibliográfica como representación física del conocimiento, o la ética como cuestionamiento de todo aquello que se enseña, son algunos de los elementos que configuran su imaginario.
Carrizo de la Ribera- Monasterio de Carrizo
El espacio
El Monasterio de Carrizo es uno de los monasterios cistercienses más importantes de toda la provincia de León. En el año 1974 fue declarado Monumento Nacional y desde al aprobación de la Ley de Patrimonio Histórico Español en 1985 tiene la condición de Bien de Interés Cultural. Su carta fundacional data de 1176 en el que la condesa Estefanía Ramírez hace donación a la orden del Císter para fundar un monasterio. Tras la desamortización del siglo XIX el monasterio pasa a manos privadas, pero las monjas mantendrán la condición de usufructuarias mientras mantengan en él la vida monástica.
La obra
En el vídeo To die for, Muntean & Rosenblum presentan a sus abstraídos adolescentes, esta vez de carne y hueso, sobre un paisaje totalmente impersonal. La acción se sitúa en el aparcamiento de lo que parece un centro comercial, en el que varios jóvenes son mostrados en actitudes y posturas que conforman un catálogo de imaginerías contemporáneas, mientras mantienen la mirada obnubilada hacia el cielo y un cierto aire melancólico que parece referirse a la sensación de perdida de horizonte en el paisaje donde tienen que desenvolverse. Sirviéndose de recursos referenciales de esta generación hija de la sociedad tardo-capitalista, la huida –real o figurada– de la ciudad hacia la naturaleza se convierte en elemento recurrente en casi todas sus obras, así como las alusiones al mundo del cómic, donde cada imagen va subrayada por la introducción de textos alegóricos que hacen una muy ambigua referencia a lo que vemos representado en la obra, y que resultan un complemento ideal de esa lectura que Muntean/Rosenblum hacen de la sociedad contemporánea a partir de sus herederos forzosos.
Los artistas
Muntean & Rosenblum (Markus Muntean (Graz, Austria, 1962) y Adi Rosemblum (Haifa, Israel, 1962). Viven y trabajan en Viena, Austria)
El trabajo de Muntean/Rosenblum se centra fundamentalmente en la pintura y el dibujo, si bien con constantes incursiones en otras disciplinas como la fotografía, el vídeo, la instalación e incluso la performance. El hilo conceptual que recorre todo su trabajo gira en torno al momento de desorientación existencial y la crisis de identidad que supone el paso a marchas forzadas hacia la madurez que sufre el adolescente en el mundo contemporáneo. Desde una perspectiva de tipo dual, que combina la imagen con texto escrito (o hablado, en el caso de los vídeos), sus obras desarrollan una reflexión sobre la deriva generacional en la que se ven sumidos los personajes que pueblan estas pinturas. Partiendo de una técnica tradicional, que abunda en las disposiciones clásicas de perspectiva y composición, e incluso adoptando tipos iconográficos derivados de la imaginería religiosa, estas obras se ven inmersas en una atmósfera cercana a la irrealidad, sutilmente ligada al grado de contención emocional reflejado en los personajes que las pueblan. Partiendo de unos modelos humanos y estéticos reconocibles, aquéllos que pueblan las portadas de revistas y los distintos canales publicitarios de los mass media contemporáneos, sus obras no eluden un fuerte componente crítico, mediante el que se cuestiona el rol asumido por estos adolescentes en la sociedad actual: un papel marcado por la presión que ejerce la generación precedente, que proyecta en ellos sus propias esperanzas, y la conformación del nuevo entramado moral que de ello se deriva y en el cual se ven forzosamente inmersos.
Carrizo de la Ribera- Frontón Municipal
El espacio
El frontón municipal de Carrizo de la Ribera fue construido a finales de los años 80 con la intención de dotar a la comunidad de un espacio apto para el desarrollo de actividades deportivas, y se usa todavía en la actualidad. Construido en hormigón, sobre su parte posterior –abierta al paseo- se proyectará la videoinstalación seleccionada.
La obra
Eye Catching 1, 5, 6, son tres animaciones digitales de árboles que fueron concebidas para ser proyectadas sobre el muro de la histórica cisterna en Yerabatan, cuyas columnas son sostenidas por dos cabezas de medusa. Los árboles parecen encantados, sus ramas se mueven ligeramente por algún estímulo desconocido, poseídas por la mirada de las Medusas que les acompañan. Otro árbol muerto vuelve a cobrar vida; o quizás sea al revés, dado que las imágenes forman un bucle indefinido. Como indica el título, las Medusas intentan captar la mirada del que ve la obra, no para convertirle en piedra, sino para alterar lo que le rodea en una celebración del poder de la sexualidad femenina. Fuera de este contexto, sin embargo, se puede trazar la relación de estos árboles con el medio ambiente. Los cambios aleatorios de estación a los que éstos se ven sometidos pueden ser una alusión al efecto invernadero: una problemática del mundo real comprimida en el microcosmos del espacio virtual.
La artista
Jennifer Steinkamp (Denver, EE.UU., 1958. Vive y trabaja en Los Angeles, EE.UU.)
Con el objetivo de “desmaterializar la arquitectura”, Jennifer Steinkamp juega en sus obras con la luz, creando un espacio ilusorio dentro del espacio real. Utiliza normalmente animaciones abstractas proyectadas en bucle y en varios niveles que llenan el espacio expositivo. La música de fondo, producto de sus colaboraciones con compositores como Jimmy Johnson o Bryan Brown, contribuye a dar una dimensión temporal a sus obras. El resultado es como el interior de un caleidoscopio que varía sin fin y en el que el espectador se ve atrapado, de forma que su propia sombra pasa a integrarse en la obra. Estos proyectos invitan a reflexionar al público sobre su relación con el mundo, haciéndoles conscientes de que éste está en movimiento constante.
Villanueva de Carrizo- Fábrica de lúpulo
El espacio
La primera construcción que albergó la fábrica de lúpulo de Villanueva de Carrizo se terminó en 1945. La nueva nave es del año 2006 y en ella se realizan los procesos necesarios de transformación del lúpulo para la obtención de cerveza. La fábrica se construye a iniciativa de la industria cervecera nacional que a través de esta Sociedad Anónima Española de Fomento del Lúpulo, pretende instaurar, fomentar y desarrollar el cultivo del lúpulo en España.
La obra
Reasons to believe, 2004
Marc Bijl juega con iconos del siglo XX, poniendo en evidencia los finos lazos que unen las banderas, los discursos políticos y las guerras con las grandes marcas de la industria internacional. Su trabajo desenmascara símbolos y mitos descubriendo sus implicaciones reaccionarias. En Reason to believe no utiliza imágenes sino sonidos. Discursos de diferentes políticos del s. XX; desde Fidel Castro a Reagan, pasando por Bin Laden, Malcom X o el propio Hitler, salen de altavoces de diversos tamaños formando una especie de Torre de Babel. El artista denuncia los mecanismos del sistema económico a través de la manipulación de los discursos políticos, pero lejos de utilizar el humor como estrategia, Bijl denuncia en sus obras la miseria del comportamiento humano. En sus propias palabras: “Yo no creo que la gente quiera paz; quieren la guerra, una función para el ejército, una razón para pagar impuestos, proteger sus ficticias vidas y confirmar la existencia de la civilización occidental”. Bijl desvela lo ficticio de la política actual y celebra la autenticidad del arte, capaz de transformar y reinventar nuestras propias vidas.
El artista
Marc Bijl (Leerdam, Holanda, 1973. Vive y trabaja en Róterdam, Holanda y Berlín, Alemania)
El trabajo de Marc Bijl, de clara implicación política y social, incluye objetos, instalaciones e intervenciones en el espacio público para denunciar con ironía los entramados del sistema neoliberal y las manipulaciones en la esfera de lo político y religioso, así como los peligros del territorio globalizado en el que actúa. Marc Bijl ataca la superficialidad de los símbolos y el mito, creando un imaginario personal a partir de iconos de la reciente historia del arte que conjuga con movimientos contraculturales como el punk, el gótico o el anarquismo.
Velilla de la Reina- Antigua Iglesia
El espacio
En la actualidad la Iglesia de Velilla de la Reina presenta un aspecto ruinoso más propio de un paisaje del Romanticismo que de una iglesia que en algún momento se hubiera dedicado al culto.
Las partes más antiguas de la Iglesia datan del s.XI, el arco del presbiterio (que aun se conserva) es del s.XIV y la nave central y la portada barroca datan de 1657. Fue la Iglesia de culto tradicional hasta que se abandonó totalmente en 1982.
La obra
Tetsuo Bound To Fail, 1998
Tetsuo bound to fail aparece como un hito en el campo de la creación videográfica a finales de los noventa en España. El punto de partida de la obra es el registro fragmentado de diversas acciones realizadas por el artista, mediante una batería de cuarenta cámaras fotográficas dispuestas en círculo a su alrededor. Estas acciones son reconstruidas y mostradas una a continuación de otra, obteniendo el efecto cinematográfico de travelling circular. El movimiento que se logra con este efecto y el estatismo de la imagen congelada (trastocando el concepto tradicional del cine, donde una cámara inmóvil recoge el desarrollo a tiempo real de una acción) sumergen al espectador en un universo donde se modifican las leyes de la física. A través de un dispositivo similar, se registra la acción de saltar repetidamente para luego, mediante el montaje, crear un efecto de levitación. La referencia a la ciencia-ficción se hace explícita en el título –Tetsuo es un personaje de culto en el cine fantástico japonés–, y el artista se convierte en una suerte de superhéroe decadente que sobrevuela los alrededores de Bilbao. Prego elabora un discurso visual que distorsiona los límites espacio-temporales de la representación, generando una relectura de los más diversos procedimientos plásticos para conseguir un resultado común, el cual va más allá de las limitaciones que imponen las propias disciplinas artísticas.
El artista
Sergio Prego (San Sebastián, España, 1969. Vive y trabaja en Nueva York, EE.UU.)
El trabajo de Sergio Prego se desarrolla a partir de distintos procedimientos que van desde la fotografía o la escultura hasta la instalación, jugando incluso con la incorporación de los medios de comunicación de masas. Todos ellos encuentran en el vídeo su soporte final, en un proceso por el cual la tecnología es puesta al servicio del concepto. Desde 1998, su obra se ha visto sensiblemente marcada por el uso de un dispositivo que capta de manera simultánea un mismo momento desde diferentes puntos de vista. Esta percepción fragmentaria es reconstruida de una forma casi artesanal (si bien apoyada en el trabajo por ordenador) para crear una nueva perspectiva que altera las habituales relaciones entre espacio y tiempo, entre el cuerpo y su entorno.
Santa Marina del Rey- Torre del Reloj
El espacio
En el ayuntamiento de Santa Marina del Rey se levanta la Torre del Reloj, que data de 1599, construida en tapial de barro con cimientos de cantos rodados y cal. Mide aproximadamente 15 metros de alto y está coronada por una cúpula de zinc que contiene una campana de 575 kilos de peso. La maquinaria del reloj, obra de un herrero, no requiere de ningún tornillo para su funcionamiento, lo que la dota de una singular simplicidad. El reloj aún funciona y su torre actualmente se dedica a centro de interpretación sobre el reloj.
Las obras
Amphibians, 2002
El referente inmediato de Amphibians son los cuentos infantiles: el camino que se adentra en el bosque oscuro y Caperucita Roja. Al traspasar los límites de una realidad cognoscible e introducir un entorno de pesadilla por medio de la multiplicación del protagonista en una serie de clones que le acompañan en su recorrido, la acción se despoja del contenido moralizante que suelen tener este tipo de narraciones. El discurso de este vídeo se estructura a partir del imaginario de los relatos infantiles pero reconstruido desde la perspectiva que otorgan la distancia y la pérdida de la inocencia. Así, el viaje de estos personajes termina cuando se quitan la ropa, atributo de su identidad, y se introducen en el agua para emprender un trayecto desconocido hacia la libertad.
Nail Bitter, 2002
Nailbitters reflexiona sobre el mundo infantil a través de una relectura del innato temor que nos produce la oscuridad. En un contexto fantasmagórico, acentuado por recursos que remiten al cine expresionista alemán, un inquietante niño se muerde compulsivamente las uñas por el horror que le produce la situación en la que se encuentra. El pánico se refleja en el rostro del protagonista y en ese acto obsesivo que provoca que la cama aparezca cubierta de restos de uñas, restos que debe ocultar para que nadie sepa de su miedo. A través de una exageración de formas y gestos, se conforma una opresiva atmósfera de la que se sirve el artista para asomarse a su particular mundo de obsesiones y pérdida de la inocencia.
Classroom, 2002
En Classroom, Goicolea se introduce de nuevo en el universo infantil a través de los distintos comportamientos y manías que determina el contexto escolar. Discurriendo por caminos que nos llevan de lo irreal a lo humorístico y a través de acciones repetidas por unos estudiantes clónicos, se presentan de forma obsesiva una serie de actitudes reconocibles que conforman un utópico espacio de representación donde lo real se transforma en pesadilla. El nerviosismo ante los exámenes, la repulsión que produce el chirriar de las tizas en una pizarra, y otra serie de acciones que recuerdan al espectador su experiencia propia, pronto derivan hacia el cuestionamiento de la identidad individual frente a la filiación al grupo.
El artista
Anthony Goicolea (Atlanta, EE.UU., 1971. Vive y trabaja en Nueva York, EE.UU.)
La obra de Anthony Goicolea se caracteriza por la manipulación digital de la imagen a partir de la fotografía y el vídeo. Utilizándose siempre como modelo, crea misteriosos espacios plagados de sueños y fantasías ocultas, con constantes guiños autorreferenciales al mundo de la niñez y la adolescencia. Identidad y alteridad se confunden en este peculiar universo de personajes clonados. En todos sus vídeos cobra una especial relevancia la corporeidad de sus protagonistas y la exageración de sus movimientos, que compensan, como si de películas mudas se tratara, la ausencia de sonido. Aunque con el mundo real como punto de partida, el trabajo de Goicolea se adentra en el ámbito del subconsciente y la imaginación, recreando ambientes mágicos y asépticos, productos de su imaginario personal.